jueves, 17 de octubre de 2013

Tenebris

- ¿Quién eres?- Dijo él, con su suave voz, mirando al ente, casi fantasmal, que tenía ante sus ojos.
- Ténebris.- Respondió él, con una sonrisa que más que calma transmitía miedo. Tenía una extrañas alas dibujadas en la espalda, como si fueran tatuajes.- Soy Ténebris.
- ¿Ténebris? ¿Qué clase de nombre es ese?- Su voz temblaba de pánico, pero por el resto parecía calmado. Su rostro, cansado y desgarrado por los arañazos que Ténebris le hacía con su espada, hizo una mueca de sarcasmo a la vez que hablaba.
- Tú deberías saberlo... Yo soy tú.- Cada palabra que este hablaba, su aspecto parecía más y más tenebroso. Acabó.- Te he estado esperando. Has de reconocer que tu espada no es la misma que la mía, deberías mejorar esa falta.
- Yo no se esgrima, ni se ni necesito. - Respondió este, fiero.
- Ya. Pero... -Le cruzó con la espada, solo unas rozadoras- Algún día necesitarás saber. - Sus ojos de felino se clavaron sobre los del joven, mientras sonreía.- ¿Me entiendes?
- Ja. No necesito lecciones tuyas, Ténebris, solo eres un tío raro para mi.- Cogió la capa del hombre con ojos de gato y lo tumbó tirando de ella.- Es demasiado fácil derrotarte...
Y como vino se fue, paseando por esa oscura senda que es la vida.

Aburrimiento en grado máximooo! \o/

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